La OMS mantiene prohibición de la hoja de coca, desafiando la evidencia e ignorando los derechos indígenas
Londres, 2 de diciembre de 2025 — El Consorcio Internacional sobre Políticas de Drogas (IDPC, por sus siglas en inglés) expresa su profunda consternación ante la recomendación del Comité de Expertos en Farmacodependencia (ECDD) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de mantener la hoja de coca en la Lista I de la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes. La OMS presentará oficialmente esta recomendación ante el foro de formulación de políticas sobre drogas de las Naciones Unidas, la Comisión de Estupefacientes, en Viena, este jueves 4 y viernes 5 de diciembre.
La hoja de coca fue sometida a fiscalización internacional en 1961 —efectivamente prohibiendo su cultivo y uso tradicional— basándose en estudios defectuosos y con prejuicios raciales, que ignoraron su importancia cultural, religiosa, nutricional y medicinal para los Pueblos Indígenas de las regiones andina y amazónica. La recomendación del ECDD sigue a la primera revisión crítica de la planta, iniciada a solicitud de Bolivia y respaldada por Colombia, luego de múltiples llamados a terminar con su prohibición mundial en reconocimiento de su carácter sagrado.
A pesar de una evaluación científica de un año, la decisión del Comité ignora evidencia clara de que, en su forma natural, la hoja de coca representa riesgos mínimos para la salud, dejando de lado milenios de conocimientos indígenas al afirmar que no existe una “base sólida” para su uso terapéutico. El Comité tampoco tomó en cuenta los derechos internacionalmente reconocidos de los Pueblos Indígenas a la autodeterminación, al uso de sus recursos naturales y a preservar su cultura, sus medicinas tradicionales y sus prácticas de salud.
Durante el proceso, agricultores tradicionales de hoja de coca y consumidores, junto con representantes de pueblos indígenas, emitieron una declaración conjunta, destacando que “La hoja de coca ha sido un elemento fundamental de nuestras culturas durante milenios. Su consumo es parte de nuestra identidad, cosmovisión y prácticas comunitarias, vinculadas a rituales, salud, nutrición y bienestar general”, y agregando que “la criminalización de toda la planta afecta nuestra cultura, derechos humanos y hostiga a una planta sagrada para nuestros Pueblos Indígenas”.
Preocupa cada vez más que presiones políticas —particularmente de gobiernos alarmados por el aumento de los mercados de cocaína en Europa— hayan influido en el resultado. Sin embargo, los temores de que retirar la hoja de coca de la lista aliente la producción de cocaína son infundados. La producción de cocaína requiere un procesamiento químico complejo y grandes cantidades de hoja —aproximadamente una tonelada métrica de hoja fresca para obtener apenas 1,45 kg de cocaína, según la agencia relativa a cuestiones de drogas de la ONU. El retiro de la hoja de coca de la lista aplicaría únicamente a la hoja en su forma natural; la cocaína seguiría estando estrictamente prohibida. Los Estados seguirían obligados a criminalizar el cultivo destinado a la producción de cocaína, aunque podrían autorizar el cultivo de coca con fines tradicionales, medicinales o industriales.
Ann Fordham, Directora Ejecutiva del IDPC, declaró: “La decisión de la OMS es profundamente decepcionante y sumamente preocupante. Esta no fue una revisión rutinaria —fue una prueba crítica para el sistema de fiscalización de drogas de la ONU. El Comité ha demostrado que no puede evaluar objetivamente la evidencia ni considerar las consecuencias en materia de derechos humanos de la prohibición. En cambio, ha optado por reforzar los cimientos racistas y coloniales del fiscalización internacional de drogas. Esta decisión deja en claro que el sistema está roto y se resiste a cualquier reforma significativa”.
El IDPC hace un llamado a los gobiernos para que impugnen la recomendación del ECDD y busquen vías alternativas —a nivel nacional e internacional— para defender los derechos de los Pueblos Indígenas sobre esta planta sagrada. A nivel nacional, esto incluye eliminar las sanciones penales por el uso tradicional de la hoja de coca y protegerla como patrimonio cultural. A nivel internacional, los Estados Miembros podrían apelar la recomendación ante el Consejo Económico y Social de la ONU, lo que podría desencadenar una votación, y explorar opciones para apartarse de las disposiciones específicas de la Convención sobre la prohibición de la hoja de coca.
La comunidad internacional aún tiene la oportunidad de enfrentar y desmantelar el legado colonial que impregna el régimen de fiscalización de drogas de la ONU. Queda abierta la pregunta de si los gobiernos están preparados para asumir el liderazgo necesario.
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Marie Nougier, mnougier[@]idpc.net, +44 7807 077617
Notas para los editores:
- Para más contexto, véase: Blog de IDPC, ‘Una oportunidad histórica: por qué la liberación global de la hoja de coca importa en el Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo’: https://idpc.net/blog/2025/08/a-historic-opportunity-why-the-global-liberation-of-the-coca-leaf-matters-on-the-international
- “Crónicas de la Coca” del Transnational Institute: https://www.tni.org/en/article/coca-chronicles-monitoring-the-un-coca-review
- Declaración conjunta de grupos e individuos indígenas sobre la revisión crítica de la hoja de coca: https://zenodo.org/records/17281859
- Informe de revisión crítica: hoja de coca (borrador)
- Recomendación final del ECDD (próximamente)
