La Comisión Global de Políticas de Drogas presenta recomendaciones para apoyar reformas efectivas y humanas que mejoren la paz, la salud, la seguridad y el desarrollo en Colombia.
Aunque el gobierno colombiano deberá andar con mucho cuidado, cuenta con amplio margen para efectuar cambios sin provocar una reacción violenta por parte de Washington.
El CESED y la Corporación Viso Mutop revelan graves fallas en la puesta en marcha de los compromisos del estado colombiano con el campesinado de las zonas cocaleras y, en particular, con las comunidades indígenas.
El Consorcio sobre Reducción de Daños presenta la primera edición del Índice Global de Políticas sobre Drogas, el cual documenta, mide y compara políticas sobre drogas a nivel nacional en relación con la Postura Común del Sistema de la ONU en materia de drogas.
La Corporación Viso Mutop detalla agresiones al campesinado comprometido con la sustitución de cultivos y urge a las autoridades a garantizar sus derechos.
La política de drogas colombiana ha dado la espalda al Acuerdo de Paz y se ha traducido en violencias y tragedia para un campesinado cuyo compromiso con la sustitución de cultivos no encuentra homólogos en el gobierno.
El uso de un lenguaje preciso y respetuoso facilita la concienciación de nuestras comunidades y contribuye a derribar el estigma que sufren las personas usuarias de drogas.
La Unión Africana presenta sus prioridades en relación con el control de drogas, incluyendo aquellas referidas a derechos humanos, reforma de la justicia penal, y desarrollo alternativo.
Dado que la pandemia del COVID-19, y las respuestas de los gobiernos a la misma, están exacerbando las desigualdades existentes que plantean riesgos y retos particulares a las personas que consumen drogas, los Estados deben aprovechar esta oportunidad para establecer políticas eficaces que protejan sus derechos.