UNODC ofrece evidencias de que la pandemia del COVID-19 y las restricciones del confinamiento están perturbando los mercados de drogas en diversos grados, desde la escasez de drogas hasta cambios en el modo de transporte.
Pettus et al. invoca a los estados a abordar la escasez y el desabastecimiento de medicinas esenciales sometidas a control internacional, que han empeorado durante la pandemia del COVID-19.
Mathur et al. ha identificado que, a pesar de los contratiempos (acción policial, estafas por evasión), los cripto-mercados tienen una rápida recuperación.
Release, TalkingDrugs y el IDPC hacen un inventario de los modelos existentes de descriminalización y brindan perspicaces comentarios sobre su implementación.
La Comisión Global de Política de Drogas aboga por respuestas más eficaces a la delincuencia organizada transnacional y al tráfico de drogas mediante enfoques de represión selectivos y estrategias de desarrollo.
ACLU identifica que las personas afrodescendientes tienen todavía más probabilidades de ser arrestadas que las personas blancas por posesión de cannabis, incluso en estados que han legalizado el cannabis.
PRI y TIJ documentan el estado de las cárceles, destacando problemas fundamentales en relación a la proporcionalidad de las penas, el hacinamiento y la falta de fondos.
Las organizaciones que forman parte de la red IDPC comparten ideas sobre el progreso y los retrocesos en la reforma de la política de drogas en 45 países.
Lohman y Barrett sugieren una legalidad basada en los derechos humanos, la eficiencia y la proporcionalidad de la ley, para abordar las deficiencias del sistema actual.