La Consejería de Paz de Colombia organizó en COP16 una discusión sobre la importancia de superar el prohibicionismo para conservar el entorno y los conocimientos ancestrales en la construcción de paz.
El IDPC, Viso Mutop y GDPO analizan el debate del informe sobre los boyantes mercados de la droga y la postura de la ONUDD sobre cuestiones clave como la descriminalización, los derechos humanos y el impacto medioambiental, señalando la creciente influencia de la "criminología verde" y su potencial para remodelar las perspectivas.
Rhodes et al. se enfocan sobre el comercio criminalizado de la coca a través de la lente de la "reducción ecológica de daños", invitando a reflexionar sobre las prácticas de cuidado por los seres humanos, otros seres vivos y el medio ambiente.
La Coalición Internacional para la Reforma de Políticas de Drogas y la Justicia Ambiental arroja luz sobre cómo la prohibición mundial de las drogas alimenta el crimen organizado, la corrupción y la devastación ambiental, e invoca una colaboración más estrecha entre los movimientos ecologistas y de políticas referidas a drogas.
La Coalición Juvenil Paradigma subraya la importancia de implicar a los jóvenes en la elaboración de políticas progresistas en materia de drogas, cuyo núcleo sean los enfoques basados en pruebas, la inclusión y la reducción de daños.
Aunque el informe explora los vínculos entre la política de drogas y el medio ambiente, no aborda el papel de la prohibición en la destrucción medioambiental.
La ONUDD ofrece una visión general de los mercados de drogas y los retos relacionados con la salud, la degradación del medio ambiente y los conflictos.
Las repercusiones de la "guerra contra las drogas" sobre los derechos medioambientales, indígenas y humanos crean un espacio para que quienes defienden la reforma de políticas referidas a drogas profundicen la solidaridad con quienes resisten dichas medidas en el terreno.
El IDPC acoge con satisfacción la impresionante variedad de datos y análisis del informe, así como su atención a los impactos medioambientales; pero lamenta la continua falta de reconocimiento del impacto destructivo de las políticas punitivas de drogas, los abusos de los derechos humanos relacionados y las oportunidades para una reforma significativa.
Las políticas de "guerra contra las drogas" contribuyen a la destrucción de nuestro planeta. Por ello, la regulación ambientalmente sostenible debe formar parte de las estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático.