El IDPC y una coalición de ONG brindan recomendaciones para asegurar que las políticas nacionales sobre drogas de Nepal respeten los derechos humanos y las libertades fundamentales.
Miovský et al. sugieren que la sostenibilidad de servicios para la reducción de daños en la región se ha visto negativamente afectada por una infra-inversión en su institucionalización.
Niklas Karlsson et al. sugieren que retrasos en la adopción y expansión de servicios para reducción de daños en Suecia podrían informar las experiencias de otros países hacia la implementación de servicios.
Pese a los sustanciales y gratos cambios en el enfoque de la JIFE hacia los derechos humanos, la renuencia a ciertos tipos de cambio indica conflictos estructurales entre las políticas de drogas y los derechos humanos al interior del sistema de la ONU.
La campaña Apoye. No Castigue documenta los esfuerzos de activistas a nivel mundial para hacer progresar la reducción de daños y la reforma a las políticas de drogas.
El Foro europeo de la sociedad civil sobre drogas hace un balance de la participación de la sociedad civil a nivel europeo, ofrece principios rectores y pone de relieve ejemplos de buenas prácticas.
Mainline ofrece una guía práctica, elaborada con activistas y profesionales, sobre el apoyo a la participación depares en labores dede reducción de daños.
Krupanski y Evans muestran cómo en ciudades a través de América Latina, las comunidades están construyendo modelos de reducción de daños que impugnan la exclusión, a través del tejido de redes locales de solidaridad.
ONUSIDA invoca a los países a apoyar iniciativas lideradas por/basadas en la comunidad, y a adoptar un nuevo conjunto de metas audaces pero alcanzables sobre el VIH, incluyendo la derogatoria de nocivas leyes de criminalización.