El informe de la OEA demuestra las posibilidades de un diálogo abierto y completo para enfrentar el problema de las drogas en el continente Sudamericano.
Es preciso realizar más estudios epidemiológicos sobre el uso de drogas riesgoso o problemático entre jóvenes para fundamentar políticas públicas para la prevención y la atención en salud.
Esta publicación ofrece recomendaciones sobre prácticas de salud y seguridad como parte de un enfoque pragmático para gestionar el uso de drogas en eventos.
Los países europeos deben superar varios obstáculos en sus legislaciones y estrategias normativas nacionales para mejorar el acceso a los opioides con fines médicos.
En 2014, la alarma moral pública y la inquietud política sobre la experimentación con animales se tradujo en una revocación de lo que se suponía que debía lograr la ley neozelandesa para regular el mercado de nuevas sustancias psicoactivas.
Este informe propone un nuevo conjunto de objetivos genéricos, metas e indicadores para medir las consecuencias deseadas e imprevistas de las políticas de drogas, y mejorar la salud pública, la protección y la seguridad ciudadana.
Este informe busca conjugar los elementos derivados del conocimiento disponible sobre reducción de la demanda, con la aplicación de una cultura de calidad.
La falta de acceso a medicamentos fiscalizados en varios países alrededor del mundo nos indica que ha llegado el momento de empezar a revisar los tratados de control de drogas.