La Fundación FADCA analiza las consecuencias sociales, de salud y económicas de las políticas de drogas, prestando una especial atención a los usuarios jóvenes.
Release analiza la interconexión entre el uso de drogas y el trabajo sexual, y destaca que dicho uso incrementa el riesgo de que se inicien procesos de justicia penal y aumenta drásticamente el riesgo a la seguridad personal.
Penal Reform International ofrece herramientas y conocimientos para diseñar políticas y prácticas que incorporen la dimensión de género y destinadas a mujeres que han delinquido y están presas.
La Fundación Andrey Rylkov informa sobre violaciones graves de los artículos 3 y 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales en la Federación Rusa.
ACEID y CEDD describen la legislación de control de drogas y el sistema penitenciario en Costa Rica, analizan el proceso de criminalización del país y concluyen con recomendaciones para reducir el hacinamiento penitenciario y la carga institucional al sistema jurídico penal.
Transform sostiene que la importante base de pruebas que demuestra la eficacia del tratamiento asistido con heroína proporciona lecciones útiles para manejar el uso de drogas como un reto para la salud pública, y sugiere los posibles beneficios que se podrían alcanzar ampliando este tipo de tratamiento.
Penal Reform International examina el papel que desempeñan las alternativas no privativas de libertad con perspectiva de género frente a la detención preventiva y el encarcelamiento de mujeres en Kenya.
Este informe, basado en los debates de un taller organizado conjuntamente por el Instituto de Gobernanza Mundial de la Universidad Colegio de Londres (UCL), el Instituto de las Américas de la UCL y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), explora la dinámica de la gobernanza en torno a la UNGASS de 2016 y se centra en la perspectiva latinoamericana de la Sesión Especial y la política global de drogas.
Este informe examina el creciente uso de las nuevas sustancias psicoactivas en Escocia entre cinco grupos de riesgo: jóvenes, personas con problemas de salud mental, personas afectadas por la falta de vivienda, personas que se inyectan drogas, y hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres.