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El poder de las palabras: Identificar las causas de la estigmatizaci ó n de las personas que consumen drogas y tomar medidas para reducirla mediante un lenguaje adecuado
Las palabras que utilizamos tienen un impacto directo en las personas que nos rodean. Cuando hablamos de grupos en situación de vulnerabilidad, o cuando discutimos con las personas afectadas, hay palabras que hieren, palabras que degradan, palabras que dividen. Utilizar estas palabras es participar en la estigmatización de las personas.
Es una realidad cotidiana en el ámbito de la salud mental y especialmente en los trastornos por consumo de sustancias y otros trastornos adictivos. En la estigmatización de una condición de salud influyen principalmente dos factores: la causa y el carácter controlable de dicha condición. Las personas que viven con el VIH, por ejemplo, siguen siendo ampliamente estigmatizadas por personas que creen que haber contraído el virus es consecuencia de elecciones «moralmente inaceptables», especialmente en relación con la sexualidad (causa).
En el caso de la adicción a drogas ilegales, el estigma social es aún mayor, ya que no sólo se considera una elección («Optaron por empezar a tomar drogas»), sino también algo que la gente «podría dejar si realmente quisiera» (causa y controlabilidad).
Ahora sabemos que las dependencias alteran profundamente la estructura cerebral de las personas, dificultando radicalmente cualquier esfuerzo por controlar su consumo y remediar sus consecuencias negativas. También sabemos que nuestros genes son responsables de, al menos, la mitad del riesgo de desarrollar un trastorno adictivo.
Sin embargo, a pesar de los años de investigación que señalan que las personas no son responsables de su condición, el estigma sigue omnipresente. Y los estudios muestran ahora que uno de los factores que contribuyen a este estigma es el lenguaje utilizado.
Palabras agresivas y acusadoras como «guerra contra las drogas», «adicto», «drogadicción» envían mensajes simples: «los usuarios son unos fracasados», «podrían, pero no quieren», «es culpa suya»… Estos mensajes no hacen sino aumentar el estigma, reducir el acceso a tratamientos e incluso… la eficacia de los mismos.
Con «El poder de las palabras», el objetivo de Dianova es hacer recomendaciones claras sobre las palabras que deben evitarse a partir de ahora, sugiriendo al mismo tiempo alternativas más respetuosas. El documento también ofrece una visión explicativa de los diferentes usos de las sustancias, las causas y consecuencias de la estigmatización y, por último, el proceso de estigmatización a través del lenguaje.