El retroceso en la descriminalización en Oregón ha llevado a miles de arrestos que alimentan ciclos perjudiciales de detención y liberación, sin mejoras en el acceso a vivienda, salud u otros apoyos.
Instituto RIA e Intersecta advierten un recrudescimiento de la "guerra contra las drogas", con mayor criminalización de personas marginalizadas y restricciones en el accceso a derechos y servicios.
Stenström et al. evalúan la criminalización de las drogas en Suecia, mostrando que no ha reducido el consumo problemático de drogas ni las muertes relacionadas con estas, y que, en cambio, es costosa, ineficaz y perjudicial.
Smiley-McDonald y colegas encontraron que, a pesar de la descriminalización, las personas que usan drogas en Oregón continuaban enfrentándose a altos niveles de control policial, encarcelamiento y confiscación de drogas, mientras que la concientización sobre la descriminalización seguía siendo baja.
Hoyle y Harry discuten cómo los marcos de moralidad, compasión y tradicionalismo moldean los resultados de la justicia penal y las respuestas punitivas, informando los esfuerzos para desafiar la política penal severa y la pena capital en la región.
IDPC y LANPUD se enfocan en indicadores clave de salud, el impacto de la criminalización y el estigma, y la disponibilidad de servicios de reducción de daños en Honduras.
APCOM e IDPC instan al público, a las fuerzas del orden y a los responsables políticos de Tailandia a que ayuden a garantizar la igualdad y la equidad para las personas LGBTQ+ usuarias de drogas, especialmente en su acceso a los servicios sanitarios y sociales, y a acabar con el estigma y la discriminación de que son objeto.