Resistir y revertir los retrocesos: Un llamamiento feminista para proteger la reducción de daños y la salud sexual y reproductiva

WHRIN

Noticias

Resistir y revertir los retrocesos: Un llamamiento feminista para proteger la reducción de daños y la salud sexual y reproductiva

7 abril 2025

Los recientes retrocesos en la ayuda exterior y la reducción del espacio para la sociedad civil amenazan los avances logrados durante décadas de programas de reducción de daños basados en evidencia, que han salvado innumerables vidas en todo el mundo. Las organizaciones de la sociedad civil que proporcionan sistemas cruciales de apoyo entre pares están siendo desfinanciadas y sus voces reprimidas. Paralelamente, el feminismo, los derechos LGBTQI+ y los servicios de salud sexual y reproductiva —incluyendo la anticoncepción, la atención frente a la violencia de género y el aborto seguro— están siendo atacados. Hoy, más que nunca, la reducción de daños y las poblaciones desatendidas están en riesgo ante el cierre de servicios esenciales que salvan vidas.

Con la expansión de la Regla Mordaza Global —cuyos daños son medibles—, la diversidad sexual y de género está siendo atacada activamente: se violan los derechos de las personas trans hasta el punto de borrar su identidad, se invalidan los derechos en salud sexual y reproductiva, y se socavan los objetivos de igualdad de género. La asfixia financiera está restringiendo el acceso a cuidados de salud vitales para personas trans, mujeres con VIH, personas que usan drogas y otras poblaciones clave. Este intento engañoso de institucionalizar una jerarquía patriarcal y heteronormativa sirve para legitimar y popularizar el racismo, el sexismo, la userfobia, la transfobia y la homofobia. Están emergiendo patrones en los que, bajo la apariencia de “valores familiares”, la ideología prevalece sobre la ciencia, generando un clima propicio para la desestabilización social, los crímenes de odio y el desmantelamiento de la salud pública.

En este Día Internacional de los Derechos de las Mujeres, nos solidarizamos con nuestras hermanas cis y personas con identidades de género diversas que usan drogas, para denunciar los actuales ataques contra la salud pública, la ciencia y la autonomía corporal, que forman parte de una ofensiva más amplia contra las normas de igualdad, las protecciones de derechos y el sentido común.

Reconocemos que los avances conquistados con tanto esfuerzo en materia de reducción de daños con perspectiva de género están bajo amenaza. Como parte del movimiento feminista, somos conscientes del peligro colectivo que representamos para el patriarcado, y que este nuevo intento de reinstalar la opresión sexista y descarrilar la salud pública debe ser revertido urgentemente.

Este es un llamado a la acción para gobiernos, tribunales y donantes, para que:

  • Reabran de manera inmediata las clínicas de tratamiento asistido con opiáceos (OAT), reconociendo su impacto en la salvación de vidas (incluyendo para mujeres embarazadas con dependencia a opioides).
  • Promuevan leyes y políticas que protejan los derechos de las mujeres y personas con identidades de género diversas que usan drogas, y de otras poblaciones clave, para acceder a servicios de reducción de daños y de salud, incluyendo cuidados con enfoque de género, sin discriminación ni criminalización.
  • Garanticen financiamiento directo, flexible, sostenido y protegido para organizaciones de reducción de daños dirigidas por mujeres y personas con identidades de género diversas, así como para redes de personas que usan drogas.
  • Establezcan indicadores de equidad de género e integren la perspectiva de género en las inversiones en salud, incluyendo condiciones de financiamiento que prioricen la reducción de daños con enfoque de género, los derechos de las mujeres y las poblaciones desatendidas.
  • Desarrollen mecanismos accesibles de rendición de cuentas que permitan monitorear las inversiones en salud, asegurando que sean rentables, de bajo umbral y adecuadas a las necesidades de las personas que usan drogas.

Nos solidarizamos con los movimientos de reducción de daños y los movimientos feministas, así como con comunidades de todo el mundo, ante la congelación de fondos que está obligando al cierre de programas que salvan vidas. La reducción de daños es esencial y constituye un derecho humano fundamental. Estas decisiones son negligentes, injustas, costarán vidas y deben ser revocadas de inmediato. Estamos listas para continuar nuestro trabajo en la eliminación de barreras sistémicas que impiden el acceso a la salud y a los derechos de las mujeres y personas con identidades de género diversas que usan drogas.

Lista completa de firmantes y traducciones disponible en el sitio web de la WHRIN.

Regiones

Perfiles relacionados

  • International Drug Policy Consortium (IDPC)

Traducciones