Solucionar las carencias en la inversión para la prevención del VIH

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Solucionar las carencias en la inversión para la prevención del VIH

2 diciembre 2016
UNAIDS

A pesar de los avances contra el VIH que se han logrado en los últimos 15 años y de la disponibilidad de métodos de tratamiento y prevención ya comprobados, el número anual de nuevas infecciones por el VIH entre los adultos ha permanecido invariable desde 2010 en aproximadamente 1,9 millones al año. Además, ha habido un resurgimiento de nuevas infecciones por el VIH entre los grupos de población clave en algunas partes del mundo.

Las inversiones inadecuadas en prevención, así como las inversiones mal orientadas que no llegan a las poblaciones y a los lugares más afectados son algunas de las causas de las carencias en materia de prevención. Gracias a un análisis realizado en cuatro países situados en diferentes regiones y con diferentes tipos de epidemias, se descubrió que la financiación de programas primarios de prevención del VIH bien orientados y que resultaran efectivos era escasa: el 6% de las inversiones totales de VIH en Brasil, el 4% en Camerún, el 15% en Myanmar y el 10% en Sudáfrica. La asignación por países para la prevención primaria del VIH (excluyendo la transmisión maternoinfantil del VIH, así como las pruebas voluntarias del VIH y los servicios de asesoramiento) representa aproximadamente el 15% del gasto total en VIH. El Plan de emergencia del presidente de los Estados Unidos para el alivio del sida y el Fondo mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria han llevado a cabo esta distribución.

Ahora que la financiación para la prevención está siendo superada por la financiación para el tratamiento, menos de una de cada cinco personas con mayor riesgo de infección por el VIH tiene acceso en la actualidad a programas de prevención. Los modelos elaborados por ONUSIDA han demostrado que invertir alrededor de una cuarta parte de los recursos necesarios para la respuesta al VIH en los servicios de prevención del VIH sería suficiente para poder llevar a cabo una gran variedad de programas de prevención. Entre ellos se incluyen los programas de preservativos, la profilaxis previa a la exposición, la circuncisión médica masculina voluntaria, la reducción de daños, los programas que capacitan a las mujeres jóvenes y a las niñas, y la movilización y la aportación de paquetes de servicios esenciales para y con los grupos de población clave.

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