A pesar de las reservas iniciales, las tasas de consumo de drogas han permanecido similares mientras que el acceso a los servicios de reducción de daños ha aumentado.
Las estadísticas recientes muestran una disminución en las muertes, pero estas tasas probablemente estén aumentando en comunidades racializadas debido a una criminalización desproporcionada y la escasez de recursos.
En Bogotá, la primera sala de consumo supervisado de Sudamérica trabaja para combatir los efectos negativos del uso de heroína priorizando salud y comunidad.
Las personas fundadoras de DULF dicen que cerrar los clubes de compasión representa grandes riesgos para las personas que usan drogas al negarles acceso a un suministro seguro en medio de una catástrofe de muertes ligadas al uso de drogas.
El Colegio Irlandés de Médicos Generales y la Unión de Farmacéuticos Irlandeses declararon que el uso de drogas debería ser despenalizado y acompañado de intervenciones de salud pública.
Zoorob et al. revelan que el fentanilo es un importante impulsor de la epidemia de sobredosis en EE.UU., mientras desmienten los malentendidos sobre el efecto de las políticas descriminalización de drogas en Oregón en el aumento de la mortalidad y las tasas de sobredosis.
Personas expertas denuncian una medida catastrófica que reduciría drásticamente los programas de suministro seguro, sitios de consumo o programas de intercambio de jeringuillas, todos ellos intervenciones críticas.
Hedden-Claytone et al. exploran el poder de un programa educativo de reducción de daños diseñado para las personas que suministran drogas en la mitigación de daños.
Los activistas de DULF han encabezado una intervención para salvar vidas mediante la distribución de drogas de contenido conocido, encendiendo un debate crucial sobre la necesidad de políticas de suministro más seguras para prevenir las muertes por sobredosis.
Stoicescu et al. concluyen que la intersección de la violencia de pareja y la violencia sexual policial se asoció con un aumento de casi cuatro veces en la sobredosis no mortal.
Tony Duffin (Proyecto de Drogas Ana Liffey) llamó a ampliar la disponibilidad de la naloxona, los sitios más seguros de consumo y los servicios de verificación de drogas.