La Asociación de Cultivadores y Productores de Marihuana afirma que la industria no fue diseñada con un criterio participativo, y que las regulaciones son inviables, restrictivas y draconianas.
El principal factor causal de la indigencia y el consumo de drogas es el mismo: Políticas que limitan la capacidad de las personas para cubrir sus necesidades diarias, tener empleo estable, costear un alquiler y ser parte de una comunidad estable.
Dada la abundancia de evidencias de que el patrullaje y la criminalización de personas que consumen drogas no funcionan, la necesidad de financiar acciones de reducción de daños nunca ha sido más obvia.
La Red de Políticas sobre Drogas de África Occidental (WADPN) ha brindado información confiable, equipos de protección, alimentos y artículos de aseo a personas que consumen drogas, al mismo tiempo que exhortan a las fuerzas del orden a reducir redadas y encarcelamientos.
Las lecciones incluyen priorizar la reducción de daños, generar confianza, fortalecer comunidades, reducir el patrullaje, y evitar la culpa y estigmatización.
Dado que la pandemia del COVID-19, y las respuestas de los gobiernos a la misma, están exacerbando las desigualdades existentes que plantean riesgos y retos particulares a las personas que consumen drogas, los Estados deben aprovechar esta oportunidad para establecer políticas eficaces que protejan sus derechos.