La regulación legal del cannabis en Alemania debe centrar la descriminalización, alejando a las personas consumidoras de la discreción y violencia del sistema penal.
La JIFE está compilando información a nivel nacional sobre la situación del consumo y acceso referidos a sustancias controladas a nivel internacional para fines médicos y científicos.
La prohibición infla las ganancias para beneficiar a las redes informales que usan su poder para controlar la tierra, la riqueza y los servidores civiles, con graves impactos sobre el medio ambiente y las comunidades indígenas.
Pese al respaldo gubernamental, académico, médico y comunitario para estas intervenciones, la verificación de drogas enfrenta obstáculos por parte de las compañías de seguros.
El gobierno ha meditado avances hacia el desarrollo para la legislación del cannabis medicinal, basándose en los esfuerzos de activistas para reducir el estigma y promulgar usos industriales, medicinales y recreativos.
La Relatora Especial de la ONU sobre salud busca contribuciones para un informe sobre el impacto del racismo como motor de desigualdad en salud. La fecha límite para respuestas es el 2 de junio de 2022.
Los cargos por posesión de drogas y las detenciones se redujeron tras la legalización del cannabis, pero las comunidades racializadas siguen siendo un objetivo desproporcionado del sistema jurídico penal.
A pesar del descenso de las tasas de condenas, la discrecionalidad policial afecta de forma desproporcionada a las personas maoríes, quienes tienen condenas previas o viven con drogodependencia.
La falta de rendición de cuentas y el acceso inadecuado a la justicia siguen facilitando los homicidios ilegítimos y de tipo parapolicial, así como otras violaciones de los derechos humanos.