Jindřich Vobořil aboga por una nueva política de drogas que combine la regulación del mercado con un enfoque de reducción de daños que priorice la salud pública, la prevención y el tratamiento.
Amnistía Internacional ha adoptado nuevas propuestas para abordar las devastadoras consecuencias que para los derechos humanos tienen los intentos equivocados de los países por penalizar y restringir el aborto y castigar a las personas por consumir drogas.
El nuevo presidente mexicano, López Obrador, inspirándose en el ejemplo de Colombia, propone una “justicia transicional” basada en la amnistía y la despenalización para acabar con la guerra contra el narcotráfico.
En lo que supone una violación grave de los derechos humanos, el Gobierno de Sri Lanka prevé empezar a ejecutar a personas acusadas de tráfico de drogas, emulando así la violenta guerra contra las drogas de Rodrigo Duterte en Filipinas.