La ONUDD brinda información sobre un mercado en auge, resaltando un aumento del 35% en la producción mundial de cocaína tras una desaceleración inicial causada por la pandemia del COVID-19.
El IDPC destaca cómo la creciente implicación de las entidades de derechos humanos de la ONU en los debates sobre políticas de drogas ha allanado el camino para una mayor, aunque todavía insuficiente, consideración de la salud, los derechos humanos y el desarrollo.
El IDPC acoge con satisfacción la impresionante variedad de datos y análisis del informe, así como su atención a los impactos medioambientales; pero lamenta la continua falta de reconocimiento del impacto destructivo de las políticas punitivas de drogas, los abusos de los derechos humanos relacionados y las oportunidades para una reforma significativa.
Las organizaciones de la sociedad civil instan a la directora de la ONUDD, Ghada Waly, a que pida a los Estados miembros que cambien sus políticas y prácticas en materia de drogas para cumplir la Declaración Universal de Derechos Humanos, y a que sitúen los derechos humanos en el centro de todas las dimensiones del trabajo de la ONUDD.
UNODC informa de niveles históricamente elevados de cultivo de coca y de producción potencial de coca, y ofrece información sobre este aumento, incluso en relación con las condiciones de pobreza y las limitadas oportunidades de acceso al mercado en las zonas rurales de cultivo.
Se requiere acción urgente para asegurar que los sistemas nacionales mejoren el acceso a medicinas controladas para personas afectadas por emergencias, incluyendo las pandemias.
Tomando la delantera del Día de los Derechos Humanos 2020, el IDPC invoca a la UNODC a emitir una contundente declaración invocando a los Estados Miembros a cambiar las políticas y prácticas sobre drogas que violan los derechos humanos y arraigan la exclusión y discriminación.