La descriminalización de las personas que usan drogas: Una guía para la incidencia

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La descriminalización de las personas que usan drogas: Una guía para la incidencia

24 octubre 2022

En todo el mundo, los gobiernos recurren a sistemas de justicia penal para responder a temas complejos en la sociedad que a menudo tienen sus raíces en la pobreza, traumas, racismo y otras formas de discriminación y desigualdad. En la mayoría de los países, las leyes en materia de drogas destacan por su aplicación rígida, la imposición de severos castigos, sentencias desproporcionadas, e impactos estigmatizantes y discriminatorios.

A menudo la criminalización de las personas que usan drogas es impulsada por la meta de una “sociedad libre de drogas”, y ha constituido una pieza central de las políticas y la retórica de la “guerra contra las drogas”. Sin embargo,los gobiernos que han adoptado políticas y campañas punitivas sobre drogas han fracasado en su meta de erradica rel uso y la dependencia a estas sustancias, y tales políticas han tenido consecuencias desastrosas. Los resultados se aprecian en las prisiones abarrotadas; la existencia permanente de centros de privación de libertad (incluyendo aquellos que operan con el argumento de la “rehabilitación por abuso de drogas”); la exacerbación de la pobreza en comunidades afectadas; los servicios de salud y apoyo social inadecuados e infradotados, mientras que fluyen recursos para el castigo y el patrullaje; el estigma, la marginalización y satanización de las personas que usan drogas,que obstaculizan su acceso al apoyo y los servicios que podrían necesitar, incluyendo atención de salud, educación,vivienda y empleo; y una creciente incidencia de consecuencias adversas en salud que se podrían prevenir, entre estas las muertes por sobredosis y la alta prevalencia del VIH, hepatitis viral y tuberculosis.

La “guerra contra las drogas” ha impactado en forma desproporcionada a personas que ya estaban marginalizadas,incluyendo a quienes viven en la pobreza, mujeres, personas afrodescendientes, pueblos indígenas, jóvenes y otras comunidades que son marginalizadas debido a su situación migratoria, identidad de género, orientación sexual,etnicidad o raza.

En esta Guía, la descriminalización se define como la eliminación de todas las sanciones para el uso de drogas y las actividades relacionadas con el uso personal: posesión, adquisición, compra y cultivo de drogas, y posesión de parafernalia para el uso de las mismas. Los gobiernos, grupos de la sociedad civil, redes de personas que usan drogas y académicos de todo el mundo reconocen cada vez más la necesidad de reformar las políticas en materia de drogas para descriminalizar el uso de estas sustancias y su posesión para uso personal. Actualmente, todo el sistema de agencias de la ONU ha aunado esfuerzos para recomendar la descriminalización, y muchas declaraciones a favor han sido formuladas por otros organismos internacionales.

Esta Guía para la Incidencia se propone ser un recurso de uso fácil para las personas de todos los sectores que deseen entender los objetivos, principios y conceptos clave relacionados con la descriminalización del uso de drogas, y cómo hacer incidencia al respecto. A través de tres etapas –Conócela, Muéstrala, Desarróllala– describe los pasos prácticos para desarrollar estrategias que incidan a favor de la descriminalización, y ofrece herramientas que pueden ser adaptadas y aplicadas a fin de sembrar las semillas para cultivar comunidades saludables, seguras e inclusivas.