El país, que durante mucho tiempo fue un centro de producción de opio, ha visto aumentar enormemente la producción de metanfetamina a raíz de la crisis económica y política, lo que hace temer un aumento de los trastornos por uso tanto en el país como en el extranjero.
Un estudio reciente del Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Detención Arbitraria refuerza un consenso global a favor de la despenalización como política que protege y promueve la salud y los derechos humanos, tal y como se recoge en la Posición Común del Sistema de Naciones Unidas sobre Drogas.
El ministro de Sanidad, Roberto Speranza, sitúa los componentes de la ayahuasca en la programación más restrictiva, una decisión que va en contra de la opinión de los expertos y de los científicos.
Mientras Tailandia se convierte en el primer país de Asia que adopta la despenalización a nivel nacional, les activistas se movilizan para garantizar que el próximo proyecto de ley para regular el mercado priorice la equidad.
El documento de directrices, que en principio goza de un apoyo mayoritario en el Congreso, urge a las autoridades a diseñar un sistema regulatorio en los próximos seis meses