La vasta mayoría de muertes relacionadas con la acción policial involucran amplias facultades para la policía, incluyendo las referidas a delitos de poca monta relacionados con drogas, crisis de salud mental, y operaciones especiales de la “guerra contra las drogas”.
El Congreso ha designado fondos específicamente para programas que distribuyen jeringas estériles y otros implementos destinados a proteger a las personas que consumen drogas.
El sistema de derechos humanos de la ONU debe continuar arrojando luz sobre el impacto destructivo de leyes punitivas referidas a drogas sobre el disfrute de derechos, incluyendo el encarcelamiento y la detención administrativa.
El estudio pone de manifiesto el pésimo estado de la prestación de servicios a las personas que consumen drogas y reclama importantes inversiones en los sistemas sanitarios y de apoyo.
Urgen políticas de drogas basadas en la evidencia, programas de cuidado y bienestar de calidad que integren consideraciones de carácter socio-estructural y discursos que rechacen el estigma y la marginalización.