En vista del fracaso de las políticas represivas, el gobierno mexicano entrante propondrá a las Naciones Unidas una interpretación de las Convenciones sobre drogas en clave de derechos humanos.
La recomendación final de la OMS espera a la revisión crítica de la sustancia, pero la pre-revisión sugiere que la fiscalización actual no tiene asidero en la evidencia.