Guatemala aboga por alternativas en lucha contra narcotráfico
En entrevista con Efe en Madrid, el canciller también señaló que Guatemala "estará muy atenta" al cambio que pueda haber en la política contra ese flagelo en el vecino México, tras la victoria electoral del priísta Enrique Peña Nieto.
"En Guatemala los niveles de inseguridad son alarmantes", reconoció Caballeros. "El presidente, Otto Pérez Molina, basó toda su campaña en una promesa de seguridad, y él es consciente de que la gente le votó precisamente por eso...Esa batalla es su preocupación número uno", añadió.
El canciller, que se encuentra de visita en España, donde hoy se reunió con su homólogo, José Manuel García-Margallo, calificó esto de "crimen organizado transnacional, porque al final son los mismo carteles. Se habla en Guatemala del cartel de Sinaloa, que es de México, o de otros, o de Los Zetas, que tampoco es un fenómeno guatemalteco".
Atribuyó la entrada de estos carteles en Guatemala a "la guerra tan fuerte que ha dado el presidente (de México, Felipe Calderón)", que los movilizó y muchos de ellos empezaron a llegar al país centroamericano.
El ministro dijo que el problema "se nos ha agudizado en los departamentos colindantes con México", donde ha aumentado tanto "el crimen como la porosidad de las fronteras".
Aunque dijo que se ha capturado a diferentes bandas, reconoció que "no puedo decirle que se acabó el problema, sería mentir, pero estamos haciendo avances significativos".
En relación a la victoria el pasado fin de semana del candidato del PRI Peña Nieto en las presidenciales de México y su posible impacto positivo o negativo para Guatemala, Caballeros opinó que "es prematuro" hacer conjeturas.
"El presidente electo no va a poder variar de la noche a la mañana la política. Este es un fenómeno regional que no depende exclusivamente de un país o de una persona. Hay convenios de México con EEUU, convenios de EEUU con Centroamérica, que no dependen exactamente del presidente de turno", señaló.
Pero aseguró que "vamos a estar muy atentos. El presidente Pérez Molina fue el primero o de los primeros en felicitar a Peña Nieto cuando tuvimos ya indicios reales (de su victoria) el domingo por la noche, incluso 20 o 30 minutos antes de que le felicita Calderón".
No obstante, dijo que "auguramos las mismas relaciones con el vecino del Norte, que son excelentes, y esto no va a cambiar".
El canciller guatemalteco recordó que el presidente de su país propuso en la pasada Cumbre de las Américas abrir un diálogo en la región para buscar formas alternativas a la lucha actual contra el narcotráfico, porque "partimos de la premisa de que la batalla contra las drogas no la estamos ganando, la estamos perdiendo".
"Su propuesta no es exactamente la despenalización, es la búsqueda de rutas alternas".
Porque -dijo- "nadie lo está mencionando de manera tan dura, pero van 50 mil muertos en México, el costo social y humano es inmenso y cuando presiona México recibimos los carteles nosotros. Y si presiona Guatemala se van a Honduras. Son transnacionales que actúan a una velocidad vertiginosa".
Subrayó que en la Cumbre de las Américas se dio un mandato a la OEA para que realice estudios. "Mucho se habla de que se despenalizó el consumo en España o en Portugal o en Costa Rica, pero queremos ver resultados, si fue positivo o negativo etc", señaló.
Dijo que ayer mismo, el presidente de turno del SICA (Sistema de Integración Centroamericana), el nicaragüense Daniel Ortega, convocó una cumbre de presidentes para el 8 de agosto, "con la presencia del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, que ya confirmó su asistencia" .
El canciller también señaló que sigue trabajando para lograr que el Congreso de EEUU levante el embargo militar que pende sobre Guatemala, que lo ve "como un castigo político".
"Somos los únicos que quedan, con Cuba, y data del año 1977, es muy antiguo. La Guatemala del año 1977, la Guatemala de los 80 de la guerra, es otra realidad", señaló.
"Es cierto que tenemos problemas, pero también es cierto que hace quince años firmamos la paz, que hace 25 años regresamos a la democracia, que el presidente Pérez Molina es el séptimo presidente electo libremente, y que el abstencionismo en las elecciones en Guatemala es decreciente" , subrayó.
El ministro no quiso incidir demasiado en la cuestión de la quema de la Embajada de España en Guatemala en 1980, y aseguró que con Madrid "oficialmente no tenemos ningún problema".
Señaló que "en la sociedad de vez en cuando hay eventos, sale un libro y vuelve a hablarse del asunto", pero dijo que actualmente "más del 50 por ciento de la población de Guatemala son menores de 30 años, lo que significa que la mitad de Guatemala no sabe nada al respecto y los que entran este año en la Universidad ya no vivieron el conflicto armado".
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