El impacto de la pandemia del COVID-19 en las mujeres trans privadas de la libertad ha sido desproporcionado comparado con otros grupos, en particular, por las diversas interseccionalidades que atraviesan sus vidas.
Unas 3,000 personas en todo el mundo, como en el caso de Merri Utami en Indonesia, están a la espera de ejecuciones ordenadas por el Estado por delitos relacionados con drogas.
Drugreporter y el INPUD documentan cómo las personas que consumen drogas en todo el mundo se han organizado para proteger y defender los derechos de su comunidad.
En la medida en que la crisis del COVID-19 empeora la situación de violencia de género, el apoyo de pares ofrece una alternativa de salvación para mujeres que consumen drogas.
Intercambios hace un recuento de un cuarto de siglo de esfuerzos y de campaña por promover la salud y el bienestar de las personas que usan drogas y en situaciones de vulnerabilidad.
Según un relevamiento de la comisión provincial, hasta el 29 de julio del 2020 en Buenos Aires habían registradas 44 muertes por uso letal de la fuerza durante la cuarentena, de las cuales 29 fueron provocadas por miembros de la policía.