The Brazilian Drug Policy Platform (Plataforma Brasileira de Política de Drogas) is a group of leading individuals, collectives and NGOs that jointly work to design and implement a fair, humane, and effective drug policy in Brazil while it thrives to bias the Brazilian diplomatic position in the international drug policy debate. Through the articulation of its members, the Platform provides a crosscutting and multidisciplinary approach to disseminate scientific information, to promote a well-informed debate in society and to advocate with government officials on drug policy reform.

La Plataforma Brasileña de Políticas de Drogas (Plataforma Brasileira de Política de Drogas) es un grupo de individuos, colectivos y ONG que trabajan conjuntamente para diseñar e implementar una política de drogas justa, humana y efectiva en Brasil, así como influir en la posición diplomática del país en los debates internacionales de políticas de drogas. A través de la articulación de sus miembros, la Plataforma ofrece un enfoque transversal y multidisplinario para difundir información científica, promover un debate bien informado en la sociedad e incidir en los oficiales de gobierno sobre una reforma de las políticas de drogas.

La Plateforme Brésilienne sur les Politiques des Drogues (Plataforma Brasileira de Políticas de Drogas) est un groupe d’individus, de collectifs et d’ONG de premier plan, qui travaillent conjointement à la conception et à la mise en œuvre de politiques des drogues justes, humaines et efficaces au Brésil, alors que la position diplomatique brésilienne dans le débat international sur la politique des drogues se nourrit de préjugés. Par l’articulation de ses membres, la Plateforme fournit une approche transversale et multidisciplinaire pour diffuser l’information scientifique, promouvoir un débat éclairé dans la société et collaborer avec les membres du gouvernement sur la réforme des politiques en matière de drogues.

Brazilian Drug Policy Platform

La Guía de Incidencia Internacional de la PBPD, es el resultado de un interés colectivo por parte de las entidades miembro de la Plataforma Brasileña de Políticas de Drogas (PBPD) de ampliar su conocimiento e incidencia respecto a los mecanismos de control internacional de drogas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Su punto de partida es la constatación de que las políticas locales, nacionales y regionales en materia de drogas se ven afectadas por debates y decisiones tomadas a nivel internacional. Por lo tanto, se hace necesario que la sociedad civil se articule, especialmente la que comparte problemas similares y experiencias comunes desde el Sur Global1, y pueda participar en los espacios de debate en los foros internacionales sobre el control de las drogas, con nuevos planteamientos, proponiendo caminos innovadores y uniendo fuerzas con organizaciones socias extranjeras. Los Estados, que suelen ser los actores más poderosos en este escenario, no deberían ser los únicos en tener voz. Garantizar que se escuche a los grupos de la sociedad civil significa ejercer concretamente la ciudadanía global. La heterogeneidad de esos grupos, que refleja las diferencias históricas y contextuales entre países, es su mayor triunfo para respetar la diversidad y, a la vez, garantizar un control de drogas basado en el conocimiento científico y los derechos humanos.

De este modo, la guía tiene como objetivo facilitar la participación de la sociedad civil organizada, particularmente de las organizaciones no gubernamentales (ONG) brasileñas y latinoamericanas, en los principales organismos y dinámicas del control internacional de drogas en la ONU, así como en los grupos de trabajo de organizaciones no gubernamentales que operan a nivel internacional, como el Consorcio Internacional sobre Políticas de Drogas (IDPC) y la Plataforma Brasileña de Políticas de Drogas (PBPD). Para ello:

Describimos el funcionamiento del sistema de control internacional de drogas en la ONU, destacando sus principales mecanismos, como sus listas de clasificación, convenios y organismos.

Proponemos una reflexión acerca de la importancia de la participación activa de la sociedad civil en los foros internacionales de control de drogas.

Presentamos un análisis de los principales canales, mecanismos y organismos que permiten a las ONG incidir en las decisiones relacionadas con el control internacional de drogas de la ONU.

Presentamos un análisis de los principales consorcios de organizaciones no gubernamentales que actúan a nivel.internacional en materia de política de drogas.

Presentamos una orientación práctica para la actuación de las ONG en el sistema internacional de control de drogas de la ONU, incluso a través de grupos de trabajo y consorcios internacionales de organizaciones de la sociedad civil.

Ilustramos la actuación de las ONG en el control internacional de drogas con casos y ejemplos brasileños, destacando las potencialidades y limitaciones de sus acciones.

Guía de incidencia internacional de la Plataforma Brasileña de Política de Drogas (PBPD)

En tiempos de radicalización de la violación de derechos y amenaza a la democracia, es preciso defender la radicalidad de la potencia del cuidado. Por tanto presentamos esta 

, región de la ciudad de Rio de Janeiro, Brasil, donde se sitúa la Fundación Oswaldo Cruz[2] y diversas favelas y comunidades pobres que son constantemente afectadas por la nefasta y violenta política de guerra a las drogas que criminaliza y autoriza acciones bélicas, en este como en tantos otros territorios periféricos en toda América Latina.

El mundo vive un momento de avance de las fuerzas conservadoras, que en América Latina se expresa a través de la fragilización de los procesos democráticos; la profundización de las desigualdades socioeconómicas; el aumento de la fragmentación y segregación social. Tales dinámicas, en su conjunto, ponen en riesgo derechos fundamentales. Ejemplo emblemático fue la reciente intervención en el barrio de la Luz, en la ciudad de San Pablo. Durante cuatro años se sustentó un proyecto intersectorial inspirado en los principios de la Reducción de Daños, que apuntaba a articular acciones de garantía de derechos a vivienda, trabajo/renta y cuidado en la región conocida como “cracolândia”. En mayo de 2017 se realizó una operación policial con la intención de una “limpieza social”, con utilización del pánico moral para atender intereses de especulación inmobiliaria. La violencia y las arbitrariedades contra personas en situación de extrema pobreza y vulnerabilidad social, rotuladas como “adictos al crack”, siguieron por días. Así, una política pública de cuidado, promoción de la salud y de derechos fue sustituida por la represión y violación de derechos.

Arbitrariedades como estas no son exclusivas de Brasil, y casos similares se encuentran en muchos lugares de América Latina, donde la droga funciona como pretexto para la intervención territorial. Ocurren también otras situaciones de violencia estructural, como dificultad de acceso a políticas públicas, asesinatos, encarcelamientos, exposición a enfermedades infectocontagiosas, falta de acceso a medicamentos y a políticas que garantizan la ciudadanía.

Las políticas de Reducción de Daños, en sus esfuerzos por la promoción de la salud, ciudadanía, derecho a la ciudad, justicia social y derechos humanos de las personas que usan drogas, también sufren los efectos de la coyuntura conservadora. El actual modelo de política de drogas opera selectivamente, criminalizando, encarcelando y estigmatizando sobre todo a las poblaciones más pobres, habitantes de regiones periféricas, y de modo diferenciado a personas en situación de calle, negras, indígenas, mujeres y jóvenes.

Las experiencias exitosas de cuidado son opuestas a la violencia intervencionista defendida por las políticas conservadoras. Las evidencias y la acumulación política de la Reducción de Daños rechazan propuestas que no reconozcan la diversidad de la experiencia humana, y que se sirvan apenas de la racionalidad biomédica y de la criminalización de conductas consideradas desviadas. La Reducción de Daños que realizamos en nuestras prácticas cotidianas, en todo el continente, se presenta como alternativa concreta al fracaso de concepciones e intervenciones dicotómicas y simplistas. No obstante, es preciso avanzar aún más en dirección de una Reducción de Daños interseccional, capaz de articular la defensa de la reforma de las políticas de drogas con las luchas de las mujeres, de la población negra, de los pueblos indígenas, LGBTI’s y de las múltiples juventudes.

Ante esto, proponemos una formulación de una Reducción de Daños inserta en un proyecto despenalizador y emancipador, en el que experiencias subjetivas y corporales no sean objeto de acciones represivas y disciplinadoras. La Reducción de Daños, en el actual contexto, es herramienta potente de cuestionamiento de los modelos de control, implicando la afirmación y respeto por la libertad y autonomía de las personas que usan drogas.

Consideramos urgente compartir nuestras experiencias y resistencias, promoviendo intercambios que consoliden nuestra articulación Latinoamericana en defensa de políticas públicas de Reducción de Daños conectadas a la reforma de la política de drogas.

Institutional Program on Alcohol, Crack and other Drugs of Oswaldo Cruz Foundation - PACD/Fiocruz (Brazil)

International Drug Policy Consortium – IDPC

Brazilian Association of Harm Reduction Workers – ABORDA (Brazil)

Brazilian Platform on Drug Policy - PBPD (Brazil)

Brazilian Association of Collective Health – ABRASCO (Brazil)

Brazilian Association of Mental Health – ABRASME (Brazil)

Brazilian Network for Harm Reduction and Human Rights – REDUC (Brazil)

Intercambios Asociación Civil (Argentina)

Asociación Costarricense para el Estudio e Intervención em Drogas – ACEID (Costa Rica)

Acción Técnica Social – ATS (Colombia)

International Network of People who Use Drugs - INPUD

Pares en Acción-Reacción Contra la Exclusión Social - PARCES (Colombia)

Centro Cáritas de Formación para la Atención de las Farmacodependencias y Situaciones Críticas Asociadas (Mexico)

Associação Brasileira Multidisciplinar sobre Drogas - ABRAMD (Brazil)

Grupo Tortura Nunca Mais Rio de Janeiro – GTNM/RJ (Brazil)

Iniciativa Negra por uma Nova Política de Drogas – INNPD (Brazil)

Associação Redes de Desenvolvimento da Maré (Brazil)

Agência Piaget para o Desenvolvimento - APDES (Portugal)

Drug Policy Alliance – DPA (United States)

Washington Office on Latin America – WOLA (United States)

International Centre for Science in Drug Policy – ICSDP (Canada)

South Indian Harm Reduction Network – SIHRN (India)

Transform Drug Policy Foundation (United Kingdom)

Union for Improved Services, Communication and Education (Ireland)

Teenswatch Community Harm Reduction (Kenia)

Centro de Prevención de las Adicciones de Bariloche (Argentina)

Fundación Latinoamérica Reforma (Chile)

Centro de Orientación e Investigación Integral - 

Students for Sensible Drug Policy (Jamaica)

Fédération Bruxelloise Francophone des Institutions pour Toxicomane – FEDITO (Belgium)

Carta de Manguinhos: Una llamada global para proteger la reducción de daños en América Latina

La Plataforma Brasileña de Política de Drogas subraya la necesidad de políticas de drogas humanas y que ofrezcan apoyo, y la importancia del diálogo con la sociedad civil. Más información, en inglés, está disponible abajo.

Suscríbase a las Alertas mensuales del IDPC para recibir información sobre cuestiones relacionadas con políticas sobre drogas.

The Brazilian Drug Policy Platform (Plataforma Brasileira de Política de Drogas - PBPD) – which is composed of 34 institutions, groups and collectives from every walk of life – is enormously concerned with Brazil’s serious political crisis, and the first actions taken by the interim government with respect to drug policy. We refuse to abandon the few hard-won advances made over the past few years. The change effected thanks to the efforts of various social movements, and the active participation of countless specialists have undeniably shifted the tenor of drug policy debates in Brazil. That is why the signals coming from the interim government are so alarming - that it intends to continue the war on drugs – and with that, focus on strangling drug supply. This strategy has lost any legitimacy it once had, given that was never able to substantially reduce the damage resulting from the use of illegal substances. By placing an emphasis on the war on drugs, the government will aggravate the already-unacceptable level of violence in Brazil, which for more than a decade has led to the homicides of tens of thousands, and most of the dead are the most impoverished and ethnically discriminated-against group of all – young black men and women.

These young people represent the majority of the 620,000 incarcerated in Brazilian jails and prisons, and this number continues to climb year after year. More than 28% of imprisoned men have been convicted of drug trafficking, and for women, that number exceeds 60%. This useless escalation of incarceration and violence runs contrary to a growing body of scientific evidence as well as international debate driven to move forward with any number of alternative policies.

We also do not accept that policies touted for the care and treatment of people with drug problems need to prioritize hospitalization, as opposed to making use of a nascent public mental health network (Rede de Atenção Psicossocial – “RAPS”) which is part of the broader Brazilian National Health System (Sistema Único de Saúde – “SUS”). Any service financed by public funds should be based upon scientific evidence regarding its effectiveness, in addition to insuring that basic human rights are being met. Equally, harm reduction programs and the dissemination of credible data related to drugs, which have come so far over the past few years, cannot be ignored or denied, in favor of outdated, fear-driven ideas, which see abstinence as the only objective goal of any state-sponsored action.


Keep up-to-date with drug policy developments by subscribing to the IDPC Monthly Alert.

Declaración de la Plataforma Brasileña de Política de Drogas sobre la política de drogas del Gobierno provisional brasileño

Más de 200 organizaciones sociales de todo el mundo han emitido una declaración denunciando la falta de reconocimiento por parte de los gobiernos de las devastadoras consecuencias de las políticas punitivas de drogas en la preparación de la cumbre sobre el tema que Naciones Unidas realizará el mes próximo.

En abril de 2016, los líderes mundiales se reunirán en Nueva York para decidir sobre el futuro de la política de drogas a nivel global, en la primera Sesión Especial de la Asamblea General (UNGASS) de la ONU sobre el tema en dos décadas. El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon hizo un llamado para que la reunión fuese “un debate amplio y abierto que considere todas las opciones”. Sin embargo, conforme los preparativos avanzan esta semana en Viena en la reunión anual de la Comisión de Estupefacientes (CND), está cada vez más claro que esta oportunidad única para repensar la fracasada “guerra contra las drogas” probablemente no dará los resultados esperados.

Declaración de la sociedad civil - El documento final de la UNGASS: ¿diplomacia o negacionismo?

Este congreso es una iniciativa conjunta del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), en Guadalajara, de la Plataforma Brasileña de Política de Drogas (PBPD) y del Núcleo de Estudios Interdisciplinarios sobre Psicoactivos (NEIP), ambos ubicados en Brasil.

El congreso se centra en los usos tradicionales y contemporáneos de las drogas en las comunidades indígenas, mestizas y urbanas de México y Brasil. Se pretende buscar un debate sobre los cambios y permanencias de los usos tradicionales, religiosos y rituales de sustancias psicoactivas, y los dilemas y perspectivas actuales del uso de drogas en la cultura global contemporánea, incluyendo aquellos usos considerados problemáticos. Se centra en el papel de los factores culturales en la construcción de la “experiencia” en diferentes escenarios. También se discutirán los medios culturales e informales de control, y su relación con los controles formales y legales.

Similitudes y particularidades históricas sobre el uso de drogas

Uso tradicional de las drogas y los derechos de las minorías

Usos tradicionales/religiosos/rituales de sustancias psicoactivas y usos recreacionales o problemáticos de “drogas” contemporáneas/occidentales

El uso terapéutico y medicinal de sustancias psicodélicas

Potenciales de la producción de amapola como medicina legal en México

Narco-cultura en México y “cultura de drogas” en Brasil

El impacto de la prohibición en el tratamiento para la dependencia

El impacto de la prohibición en el sistema penitenciario

El impacto de la prohibición sobre la seguridad y la violencia, tales como las UPP en Brasil y la militarización en México

El diálogo entre el conocimiento científico y las políticas sobre drogas

Experiencias con las políticas e iniciativas para la prevención y reducción de daños

Tratamiento involuntario para el crack en Brasil y los tribunales de drogas en México

El crack en Brasil y las metanfetaminas en México;

La sociedad civil, los medios de comunicación y la academia en movimientos de reforma de las políticas sobre drogas

Regulación de los usos médicos, recreativos y rituales del cannabis y sus derivados

Los impactos de la regulación de la marihuana en los Estados Unidos sobre América Latina

Políticas alternativas de drogas en América Latina y en el contexto internacional

Las perspectivas y los roles de México y Brasil en UNGASS 2016

Para obtener más información haga clic aquí.

Brazilian Drug Policy Platform

Región

Traducciones

Contenido relacionado

Guía de incidencia internacional de la Plataforma Brasileña de Política de Drogas (PBPD)

Carta de Manguinhos: Una llamada global para proteger la reducción de daños en América Latina

Declaración de la Plataforma Brasileña de Política de Drogas sobre la política de drogas del Gobierno provisional brasileño

Declaración de la sociedad civil - El documento final de la UNGASS: ¿diplomacia o negacionismo?

Drogas, Política y cultura: Perspectivas Brasil-Mexico