La estigmatización, desigualdad racial y políticas restrictivas en la prescripción de fármacos siguen dificultando el acceso a tratamientos que salvan vidas, basados en evidencias.
Los Comités de ONG sobre Drogas en Viena y Nueva York publican un informe que describe los problemas, retos y oportunidades que experimentan organizaciones de la sociedad civil que trabajan en el ámbito de las drogas.
Rammohan et. al. informan de un descenso de las tasas de mortalidad por sobredosis en zonas con servicios de consumo supervisado, lo que subraya la necesidad y el valor de estas intervenciones.
Jegede et. al. analizan cómo el racismo sistémico contribuye a las desigualdades sanitarias y cómo la reducción de daños puede ser una herramienta para repararlas.
Las respuestas coercitivas prometen mejores resultados sanitarios cuando, en realidad, empujan a miles de personas a situaciones de mayor vulnerabilidad e inseguridad.
Ohio se convierte en el vigésimo cuarto estado de EE.UU. que regula legalmente el cannabis, lo que aumenta la presión sobre el gobierno federal para la retirar la sustancia de la lista de sustancias controladas, y descriminalizarla.
El Centro de Evaluación de Políticas sobre Drogas esboza cómo se puede mejorar la responsabilidad social y las acciones dentro de la legislación canadiense sobre el cannabis, enfatizando la inclusión de personas racializados y géneros infrarrepresentados, la reparación de daños causados por la prohibición del cannabis mediante la reinversión de impuestos, y la amnistía para las condenas anteriores relacionadas con el cannabis.
Fischer et al. evalúan cinco años de regulación del cannabis, incluyendo su relación con la reducción de contactos con el sistema legal penal y la prevalencia estable entre los jóvenes, así como tendencias relativas a visitas a salas de urgencia y a conducir vehículos bajo efectos del cannabis.