Este informe resalta la clara eficacia de los servicios para reducción de daños en términos de prevención del VIH, dado que la tasa de incidencia entre la comunidad de Personas que se Inyectan Drogas (PWID) disminuyó de 92% en 2005 a 31% en 2014.
Muchos países se están distanciando de la fracasada guerra contra las drogas adoptando reformas normativas que se centran en los derechos humanos y la salud pública.