UNGASS 2016: ¿Un consenso roto o a-m-p-l-i-o?

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UNGASS 2016: ¿Un consenso roto o a-m-p-l-i-o?

26 agosto 2016

El proceso de la UNGASS 2016 en su conjunto ha ayudado a generar las condiciones necesarias para que se produzcan cambios más sustanciales en el futuro, con miras al próximo examen de alto nivel en 2019.

La cumbre de la ONU no puede ocultar una creciente divergencia en el panorama mundial de las políticas de drogas

En abril de 2016 tuvo lugar una Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas que puso de manifiesto una creciente divergencia en el panorama mundial de las políticas de drogas. Las duras negociaciones desembocaron en un documento final decepcionante, que perpetúa un enfoque fragmentario con respecto al tema de las drogas en el ámbito de la ONU. Es evidente que las políticas internacionales en materia de drogas se deben poner en sintonía con los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y deben integrarse en los tres grandes pilares de la ONU: desarrollo, derechos humanos, y paz y seguridad. El proceso de la UNGASS en su conjunto ha ayudado a generar las condiciones necesarias para que se produzcan cambios más sustanciales en el futuro, con miras al próximo examen de alto nivel en 2019.

La 30ª Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGASS) se celebró en Nueva York del 19 al 21 de abril de 2016. Fue la tercera sesión especial en la historia de las Naciones Unidas dedicada a la cuestión de las drogas. Durante la anterior UNGASS sobre drogas, que tuvo lugar en 1998, el ucraniano Hennadiy Udovenko, entonces presidente de la Asamblea General, aludió en sus observaciones finales a una “creciente confluencia de puntos de vista” y a un “espíritu de unidad”. En cambio, las duras negociaciones sobre el documento final de la UNGASS de este año se caracterizaron por una creciente divergencia y un choque frontal en algunos ámbitos vEn la Comisión de Estupefacientes (CND) que se celebró en marzo en Viena se alcanzó un frágil consenso sobre un borrador final del texto. Era tal el temor de que ese consenso aún se pudiera romper durante los tres días de la Sesión Especial, que la aprobación del documento final, que en un principio se preveía para la sesión de clausura, se adelantó al primer día, inmediatamente después de la ceremonia de apertura. Cuando un periodista preguntó al Sr. Fedotov, el director ejecutivo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), cómo podía la ONU fingir que existe un consenso sobre la manera de hacer frente a lo que se conoce simplemente como ‘el problema mundial de las drogas’ cuando algunos países están legalizando el cannabis y otros están ejecutando a la gente por comerciar con él, este respondió con una sonrisa irónica: “Es un consenso muy a-m-p-l-i-o”.

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