La coca o la paz, el dilema de los campesinos en Colombia

Noticias

La coca o la paz, el dilema de los campesinos en Colombia

6 enero 2014

La agenda de las negociaciones de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC plantea un dilema a los productores que viven de cultivos prohibidos, que siembran también la violencia desde hace décadas. En las montañas de Cauca, departamento fuertemente afectado por el conflicto armado que hace 50 años azota Colombia, las discusiones en Cuba sobre las drogas ilícitas, que constituyen el tercer punto de la agenda de diálogo entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC, parecen lejanas.

"Hasta que se apunte el problema de la pobreza, seguiremos sembrado coca y marihuana", dijo a la AFP un campesino joven que tiene dos hectáreas en las alturas de la localidad de Corinto. Para él, las cifras hablan solas: un kilo de coca le aporta 3.200 pesos colombianos (menos de dos dólares), cuatro veces más que un kilo de maíz.

De todas formas, estos precios están lejos de los que alcanza la cocaína, una sustancia sintetizada a partir de esta planta, de la cual Colombia es uno de los mayores productores del mundo, con 309 toneladas de droga a partir de 48.000 hectáreas de cultivos, según cifras de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

"El dialogo de paz me da miedo. ¿Qué va a pasar si vienen a arrancar todo? ¿Cómo vamos a vivir?", expresa, mientras mira desfilar a un encorvado 'ejército' de jornaleros cargando pesadamente sacos llenos de hojas de coca.

A algunos kilómetros de la localidad, un campesino de 72 años cultiva café y marihuana. "Lo que importa no es lo que saldrá de esas supuestas negociaciones, sino el curso internacional del café: si baja (el precio), se sembrará más marihuana", dijo, mientras algunas mujeres deshojaban rápidamente las plantas con una tijera.

Lea aquí el artículo completo.

Suscríbase a las Alertas mensuales del IDPC para recibir información sobre cuestiones relacionadas con políticas sobre drogas.