Entre el narco, el terrorismo, el extractivismo, la ingobernabilidad e inseguridad

Por Ricardo Soberón.

En los últimos años se viene produciendo una profunda modificación en la geopolítica y la dinámica del tráfico internacional de drogas (especialmente de la cocaína), desde los países productores en América del Sur hacia los viejos y nuevos mercados internacionales en el Norte, pero sobre todo en los circuitos que se dirigen a las ciudades con altos niveles de crecimiento en el sur (Rio, Sao Paulo). En este sentido, se viene confirmando el profundo dinamismo de las rutas de la cocaína, del Corredor Sur/Sur, que ahora contagian a las costas africanas del Golfo de Guinea como lugar de “stocking”, con destino a Europa.

Los trabajos de la Comisión de Drogas de West África, simultáneamente al hecho de que en las diversas esferas internacionales se vienen produciendo intentos y esfuerzos por la reforma de las políticas nacionales e internacionales, que se deben confirmar en OEA 2014 y UNGASS 2016, serán fundamentales para relievar las efectivas relaciones con seguridad, gobernanza y desarrollo, tres cuestiones que siguen siendo un enorme reto en esos países. En este marco, las acciones multilaterales de ECOWAS y de la Unión Africana, sobre el abordaje de las drogas, son relevantes para marcar un paso propio.

Por otro lado, diversos documentos oficiales de distintos organismos (ONU, JIFE, DEA, EUROPOL, AMERIPOL, etc), así como la opinión de muchos “think tanks” (ICG) y analistas especializados en el tema, señalan a los países de África Occidental como un nuevo destino intermedio de la droga proveniente de América del Sur, en camino a su destino final, en un proceso de “narcotización” ya vivido en la región Andina. ¿Cuál es la verdadera dimensión de esta aproximación, y cuales sus resultados y posibilidades?

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